El uso musical del “checo”, un instrumento confeccionado en base a un calabazo redondo, ha sido declarado patrimonio cultural del Perú por el Ministerio de Cultura con sede en Lima, mediante Resolución Nº 716-2011-VMPCIC/MC. En la ciudad de Zaña, este instrumento de percusión ha tenido un uso continuo desde hace más de cien años y particularidad es que se toca directamente con las manos y se usa para interpretar distintos géneros de la costa norte del Perú, especialmente el “baile tierra”, género que está revitalizándose.


Cabe recordar que la primera pintura del calabazo redondo como instrumento musical fue realizada por el gran artista Ignacio Merino a mediados del siglo XIX. Posteriormente en el año 1894, José Clodomiro Soto publicó en “La Integridad” un artículo en que describe el checo y el baile tierra en Zaña. Posteriormente el intelectual José Mejía Baca, escribió en el año 1938 un artículo en el diario El Comercio sobre una jarana en Zaña con acompañamiento musical del “checo”.
En 1979, en un programa televisivo nacional, aparece Arturo “Zambo” Cavero, tocando el “checo” de Zaña, tal como explicó el académico José Durand. En Zaña, la familia Urbina-Sánchez, y otros artistas populares continuaron con la tradición del toque musical del checo y en la actualidad su uso artístico se ha extendido en la región Lambayeque, diversos espacios del país y ya se está difundiendo en el extranjero. Lambayeque es el único lugar de las Américas, en donde se percute el calabazo redondo directamente con las manos y por la continuidad de su uso ha merecido que dicho instrumento musical sea declarado patrimonio cultural del Perú.
En 1979, en un programa televisivo nacional, aparece Arturo “Zambo” Cavero, tocando el “checo” de Zaña, tal como explicó el académico José Durand. En Zaña, la familia Urbina-Sánchez, y otros artistas populares continuaron con la tradición del toque musical del checo y en la actualidad su uso artístico se ha extendido en la región Lambayeque, diversos espacios del país y ya se está difundiendo en el extranjero. Lambayeque es el único lugar de las Américas, en donde se percute el calabazo redondo directamente con las manos y por la continuidad de su uso ha merecido que dicho instrumento musical sea declarado patrimonio cultural del Perú.